Yo vivo en dos mundos. Uno es el de los libros: he vivido en tierras de Höppner, he viajado en el barco de Moby Dick, y desde luego también he luchado con las tropas de Napoleón, he navegado con Huckleberry Finn, también he vivido la historia de dos ciudades, montado en el triste tren de Ana Karenina y paseado por cumbres borrascosas. Un mundo apasionante, pero mi otro mundo es mucho mejor. Esta habitado por personajes ligeramente menos excéntricos pero mucho más reales. Son de carne y hueso, rebosan amor y me sirven de inspiración en todo lo que hago.
Richard y Emily Gilmore son personas amables, decentes y extremadamente generosas. Ellos son dos de mis pilares sin los cuales no podría ser quien soy y estoy orgullosa de ser su nieta.
Pero mi máxima inspiración viene de mi mejor amiga, la maravillosa mujer que me dio el nombre, la vida y la identidad, Lorelay Gilmore.